Cantos ancestrales, improvisación jazz, pop colorista, tradición, vanguardia… la música es ante todo un ser vivo que interacciona con su entorno, con su pasado y su presente, mutando constantemente. Así lo entiende y así lo transmite Noa Lur en cada una de sus grabaciones y muy especialmente en este GAUR que ahora presenta junto a una banda de auténtico lujo. Aclamada como una de las mejores voces jóvenes del jazz europeo en el Festival Internacional “Nomme Jazz” de Estonia, o con el premio a la Excelencia de la muestra BBK Jazz por su disco “Troublemaker”, telonera de artistas como Bobby McFerrin y Macy Gray y dueña de una voz rica en matices y registros, verdaderamente deslumbrante, Noa mantiene, sin embargo, los pies firmemente en la tierra. En la que le vio nacer en Bilbao y alimentarla de su cultura y sus melodías tradicionales y en la que descubrió más tarde en el universo infinito del jazz y que le han dado tanto y a las que ha dedicado y dedica su vida. Más que nunca, si cabe, en este disco en el que ambos mundos dialogan sin fronteras temporales ni estilísticas, frescos, vivos y llenos de nuevas posibilidades.
Compuesto por 9 temas entre los que se combinan un par de la propia Noa, con cantos ancestrales con otros temas populares como “oi, Peio, Peio” o “Parisko Kale Batean” de Oskorri y bajo la dirección musical de Ander García, GAUR cuenta además de la voz principal de Lur con participación del propio Ander como contrabajista y bajista eléctrico, junto a David Sancho al piano y teclados, David Fernandez a la batería, y Alejandro Fernández con el Octapad, además de las puntuales aportaciones de flauta de María Toro y los arreglos de Carlos Sagi de la mano del cuarteto de cuerda compuesto por Maureen Choi, Julia Alvarez, Pedro Barberán y Javier Romero.
Una estupenda formación que aúna la visión de artistas vascos como Noa y Ander, nacido en Bilbao y figura clave en nuestra escena jazzística, colaborador de artistas de la talla de Jeff Berlin, Rodney Kendrick, Perico Sambeat o Javier Paxariño y con cuatro discos ya como líder de sus propios proyectos, con la de artistas de otras procedencias como el madrileño David Sancho, con dos discos en solitario a su nombre y colaboraciones con Moisés Sánchez, Henry Cole o Antonio Lizana, y el zaragozano David Fernandez, miembro de bandas como Bob Sands Big Band, Bobby Martinez Latin Band o Norman Hogue Band, aumentada si cabe por la de la estadounidense de ascendencia coreana Maureen Choi o la gallega María Toro para dar cabida a nuevas sensibilidades y deseos de exploración que derivan en este caleidoscópico y sugerente resultado.
En definitiva, un bello homenaje a las diversas raíces musicales de los participantes y a la magia del jazz, a la ausencia de fronteras y prejuicios y al espacio abierto a todas las posibilidades que siempre nos ofrece. Música viva.
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