El proyecto musical de Francisco Javier Bravo Lahoz rompe un silencio discográfico de más de dos años con el lanzamiento de su nuevo EP, "La tensión irresoluble (de nuestros días)".
Concebido desde la costa cantábrica, el EP se presenta como una declaración artística que consolida el sonido más crudo e íntimo del artista. El estilo musical de Bravo Lahoz navega con personalidad entre el post-punk, lo-fi, ambient y folk, abordando la incertidumbre contemporánea desde una perspectiva filosófica y política. La crítica ya lo ha aclamado como el "gurú rockero de lo incómodo" por su valentía y discurso.
La obra principal, que da título al trabajo, "La tensión irresoluble", es un manifiesto lírico construido inicialmente sobre piano y voz que retrata a un individuo presionado, resolviendo en una explosión de ruido con ecos del post-punk primitivo. Otros temas como "Horror Vacui" exploran la estética lo-fi con un piano roto, mientras que "Volvemos a empezar" incluye una diatriba con guiños a la actualidad.
Este trabajo marca una transformación sonora hacia un estilo más minimalista y una "sensibilidad cruda", lograda bajo la producción de Juan A. Salinas en The Borderline Music Studio (Granada). La mezcla de lo-fi y ruidismo, con influencias que van desde Low hasta The Stooges, refuerza un mensaje que se niega a disociar el rock de la ideología.