Para Andrea Motis, febrero es un mes vinculado a su relación personal con Chile, país que visita desde hace años con su familia. «Allí febrero es –cuenta la artista– un símbolo de alegría, Carnaval, amistad, flores, sol, luz, calor, porque en Chile, claro, entonces es verano, lo contrario de Europa.» Por ello su nuevo proyecto se titula “Febrero”, homenaje íntimo a un país y a una época, el verano en América del Sur. Allí grabó, el pasado febrero –claro–, el disco junto con la Camerata Papageno dirigida por el guitarrista argentino-chileno Federico Dannemann, músico que la artista barcelonesa considera «una referencia». «La intención de Federico era profundizar en el repertorio de la música latinoamericana desde una perspectiva distinta, gracias a sus sofisticadísimos arreglos, a medio camino entre el jazz y la música popular.
Motis confiesa que ese disco fue, sobre todo, «una experiencia transformadora». «Sin duda ha sido –reconoce– una de las vivencias musicales más bonitas de mi vida. Federico dijo que éramos más de 20 personas que parecía que estuviéramos enamoradas al mismo tiempo, muchas almas sincronizadas yendo en la misma dirección, todos poniendo la misma pasión y amor en una idea común.» En el repertorio, clásicos latinoamericanos como ‘Perfidia’, ‘Noche de Ronda’, ‘Garota de Ipanema’, versiones de Inti-Illimani y dos estándares de jazz que cobran nueva vida en los arreglos de Dannemann cantados por Motis: ‘The Man I Love’ y ‘Someone To Watch Over Me’. «La verdad –concluye Motis– es que me fui llorando del estudio, y espero que la gente que escuche nuestros conciertos se lleve esa misma sensación de intensidad que vivimos grabando “Febrero”.
Utilizamos cookies propias y de terceros para aportarle una mejor experiencia de navegación y un servicio más personalizado.
Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información consultando nuestra política de cookies.