... El público, que pronto será la audiencia, entra y toma sus asientos y casi imperceptiblemente la luz se desvanece. Una sensación bastante extraña se apodera de todos y finalmente se encuentran envueltos en una oscuridad total. Todo lo familiar se desvanece: el tintineo de los vasos, el murmullo de la conversación, el ir y venir de la gente... se está creando un nuevo mundo desconocido e inexplorado. La música comienza...

"Ignasi Terraza, Oriol Bordas y Manuel Álvarez con su “Jazz in the dark” claramente han conseguido iluminar un evento que se vive a oscuras. Han demostrado sin lugar a dudas que, de todos los sentidos, la vista es el que menos se necesita para sumergirse en el placer musical. Todos los demás sentidos se calman en presencia de su música, que tiene un gran atractivo en todos los sentidos y es probable que siga siendo popular en el futuro previsible".
Mingus B. Formentor (La Vanguardia).