Al escuchar y estudiar la música de Moisès Bertran, tuve una doble impresión. La primera, en la superficie, fue que no es fácil captar sus coordenadas compositivas en relación con el fluido espectro de estilos musicales existentes hoy en día. La segunda, más profunda, darme cuenta de que Bertran, con una expresión propia y precisa, escribe una música personal y única.
En general, uno puede descubrir fácilmente el lenguaje y el estilo musical de muchos compositores. Algunos enfatizan y confían en gran medida en las técnicas de composición contemporáneas, y, con un control extremo de la expresión emocional, se autolimitan al plasmar su propio carácter individual. Por el contrario, la música de Bertran no parece revelar un estilo musical en particular, ni presenta una técnica o una sonoridad nuevas. Sus partituras y sus notas son modestas y, a veces, se parecen a las de los compositores barrocos. En otras palabras, su música no se define fácilmente por estilos y técnicas comunes o a través de la apariencia obvia de elementos musicales.
La atenta escucha de sus obras contenidas en este CD me hizo entender que Moisès Bertran expresa de una manera muy personal vivencias que le son esenciales; relatos de vida, que no están ocultos por elementos superficiales que puedan distraernos, sino que sus notas humildes y únicas nos descubren su yo más profundo; nos muestran su esfera emocional y sentimental. A continuación, en mis comentarios, explicaré en detalle cómo y por qué he experimentado tan profunda belleza musical.
Geon-Yong Lee
Professor emérito de composición
Cofundador de la Universitat Nacional de Arte de Corea (K-Arts)