Son muchos los artistas que de un modo u otro han pretendido hacer de su música un arma con la que combatir la injusticia, la pobreza y la opresión pero son muchos menos quienes lo han hecho durante tanto tiempo y con tanta coherencia como el neoyorquino . Imposible distinguir el activista del artista, el paladín de las causas justas del primer músico que consiguió vender un millón de copias de un disco, el incansable agitador de conciencias del pionero que practicó las músicas del mundo mucho antes de que el término fuera acuñado. Ninguna colección dedicada a los músicos que se han significado por su implicación en luchas políticas y sociales puede considerarse completa sin dedicar una de sus entregas a la figura del legendario . no es, en absoluto, una excepción. Por eso, su cuarto capítulo está dedicado a la incombustible obra del norteamericano. El primer CD lo ocupa en su totalidad los temas del disco mítico (1956), el disco que, como ya hemos explicado, ostenta el honor de ser el primero en alcanzar la cifra del millón de copias vendidas. Una cifra tan impresionante como lo es el tiempo de permanencia del álbum entre los diez más vendidos del país, nada más y nada menos que ¡58 semanas! El segundo disco incluye otros grandes éxitos de y una extensa y cuidada selección de su aportación no por más desconocida menos remarcable- al terreno del folk tradicional norteamericano, del que el neoyorquino fue un excelso intérprete. Como es habitual en las ediciones perteneciente es a esta colección, también incorpora verdaderas rarezas dignas del apetito del aficionado más voraz. En este caso, se trata de las primeras versiones de canciones tan conocidas como y y los dos primeros cortes grabados en toda su carrera por , ambos fechados en 1949 y de marcado acento jazzístico.