El Petit de Cal Eril vuelve tal y como se fue: sin demasiadas explicaciones, casi por arte de magia. No estaba, pero de repente ya estoy aquí. Sin hacer ruido ya tiene listo un nuevo disco, 12 nuevas canciones que, si hacemos caso del título, deberían ser marca de la casa, ADN puro: "Eril, Eril, Eril", se llama. Pero como en la primera canción nos alerta que “yo ya no soy quien era”, pues vamos a ver. Porque los que conocéis a El Petit de Cal Eril ya sabéis que no suele transitar por el camino sencillo, que necesita abrir vías y moverse por los márgenes. Tiene algo de alergia a hacer las cosas como las hace todo el mundo. Éste es pues un disco con millones de preguntas y muy pocas respuestas, o quizás con todas las respuestas posibles, que son infinitas. Hay misterios, promesas, secretos, pensamientos, un mar de dudas y nudos por deshacer. Independencia, radicalidad, arte. Seres humanos, personas, amigos. La frontera difusa entre la oscuridad y la ternura.