"Giròvag" (Blau-Discmedi 2024) es el primer disco en primera persona de Borja Penalba: "no es un disco conceptual, es un disco existencial, hace más de treinta años que voy con los ojos cerrados, por primera vez tengo que abrirlos".
Un emotivo fragmento de "Los ejes de mi carreta" en memoria de Atahualpa Yupanqui abre este disco en el que Borja pone música a poetas como Joan Fuster, Mariano Villangómez o Bertolt Brecht. Producido por Borja Penalba y mezclado y masterizado por Jorge Pérez, el resultado es un álbum con catorce canciones y dos divertimentos, una de las cuales fue grabada en directo en el Teatro Principal de Valencia el pasado diciembre, en total 16 temas con un abanico de estilos como un vals circense, un tango, una canción de cuna, un rock o una balada. Como los monjes vagabundos que vivían ajenos a las normas de los monasterios, el alma de giróvago que siempre estaba dentro del músico, ha quedado al frente para empezar este viaje de principio definido y de final incierto.
Borja Penalba lleva más de 30 años dedicada a la música, un trabajo sin horarios ni calendarios. Siempre pensando canciones, musicándolas, arreglandolas y produciéndolas, paseándolas y compartiéndolas. Lo ha hecho en muchos estudios de grabación y en muchos escenarios. Ha grabado discos y ha hecho giras junto a Feliu Ventura, Miquel Gil, Lluís Llach y Obrint Pas, entre otros muchos. En los últimos diez años ha compartido camino con Maria del Mar Bonet y con Mireia Vives. Ahora, por primera vez, se presenta con este disco en primera persona, donde se desnuda y la guitarra y la voz de Penalba, levantan el vuelo y son las protagonistas. Borja Penalba hace música, es músico, hace de músico, es música.