Lo tradicional y lo vanguardista. Lo ancestral y lo moderno. Lo orgánico y lo digital. La poesía y la canción. La carrera de Sandra Monfort se forja sobre ese cúmulo de dualidades. Es una artista versátil, pero también de muchísimo fuste. Alguien que sabe aunar técnica con intuición. Su disco de debut, Niño Reptil Ángel (Hidden Track, 2021), fue un punto de encuentro entre lírica, canción folk tradicional y pálpito electrónico. Uno de los discos más fascinantes de la música pop estatal durante este ejercicio. Así lo reconocieron los Carles Santos, galardonando su proyecto en solitario con el premio a artista revelación y mejor disco de 2021. También nos ha regalado dos nuevos singles durante 2022, “Flordemavida” y “Estrany triangle amorós” (una versión tierna, oscura y melódica de la tan conocida “Bizarre Love Triangle” de New Order).
Este 2023 viene pisando fuerte con su ansiado segundo álbum titulado La Mona (Hidden Track, 2023). Ofrece una evolución sonora rotunda que reafirma su capacidad de transformación. Una exploración del terreno donde converge música folclórica y el pop de los 80s. Un ejercicio de natación sincronizada entre la electrónica y la cultura popular. Con arreglos de banda valenciana, percusiones, sintetizadores de los 80s, guitarras vigorosas y su voz tierna y segura… teje sus canciones para crear un universo único y embalsamado de poesía y baile. La artista valenciana canta en su lengua materna desde un tono cotidiano y muy real que nos hace imposible no situarnos en un espacio cargado de vida y colectividad de los pueblos valencianos, sus calles, sus fiestas, sus deseos, sus lamentos… Nos lanza pasodobles, bachatas, boleros, baladas y otros palos folclóricos que se refuerzan de vanguardia. Toca temas tan sensibles como el suicidio, la maternidad, el patriarcado, el amor, el sexo, la muerte, la violencia machista, el dolor desde un tono luminoso y esperanzador. El artífice que necesita la sociedad contemporánea para despertar, para no darlo todo por perdido, para mobilizarse y sensibilizarse, para unirse y colectivizarse. Un bálsamo de aire fresco, una danza sanadora, un respiro profundo.