La música europea del siglo XVI formó una de
las constelaciones más ricas de obras y métodos
consagrados al desarrollo del lenguaje y de
la práctica instrumental, en paralelo al arte
vocal. Italia fue la cuna de la práctica virtuosa
de la glosa o diminuzione, de la exploración
compositiva a partir de fantasías llamadas
ricercare, de la difusión de composiciones
derivadas del mundo de la danza, y del uso del
término capriccio para designar una forma de
composición instrumental. Es el caso de los
Capricci in Musica a Tre Voci de Vincenzo Ruffo.
Las tres parejas de Pavana y Saltarello
presentes en este disco provienen del
llamado manuscrito de Castell’Arquato, que
comprende fragmentos de motetes y extractos
de música sacra y un importante corpus de
canciones y bajos de danza. Los instrumentos
son representativos de la música de cámara
italiana de inicios del Renacimiento: un
pequeño clavecín sin apagadores en su
registro agudo, un arpa de un solo orden, una
viola de gamba, un laúd y un organetto.
Las voces y su repertorio son las que completan
esta deliciosa grabación y dan pleno sentido al
conjunto del singular proyecto, con madrigales