Si, como dicen, el blues es la madre, el jazz el maestro y el funk el predicador, ¿podemos agregar el evangelio como espíritu y el alma como emoción para tenerlo todo? Para decirlo en términos aún más bíblicos: "En el principio era el Ritmo ..."
A finales de los 50, el Jazz, tras el agotamiento del bebop y el cool, volvió a sus orígenes emergiendo con el hard-bop y el jazz-funk reconstituyente y culturalmente significativo, que estaba fuertemente dominado por jóvenes músicos negros. Gospel, blues, jazz, funk, rhythm & blues, soul y house, aparecen o son evocados y referenciados en este magnífico disco que ejemplifica el poder y la universalidad de la música negra, expresión cultural que va desde la espiritualidad más profunda hasta la más visceral.
Gisele Jackson y The Shu Shu's destilan esta mezcla con una selección de temas auténtica, respetuosa y exquisita. Jackson es un excelente artista que domina todos los estilos; una voz privilegiada, técnica perfecta, carisma y "savoir faire". Comenzó su carrera muy joven, y su repertorio es tan amplio y completo, que definirla como una "diva de la casa", como han hecho algunos, es demasiado simplista. Trabajó con Ray Charles, James Brown y Donna Summer y aprendió de ellos "que la música lo es todo". Durante sus jóvenes años de formación musical, asimiló todos los estilos a los que estuvo expuesta y por ello ha desarrollado un repertorio tan amplio y un eclecticismo soberbio.
El trío de acompañamiento, The Shu Shu's, está formado por el guitarrista Dave Wilkinson, Abel Boquera en el Hammond B3 y Caspar StCharles en la batería, los tres europeos residentes en Barcelona. Los músicos tienen sus propias disciplinas y aportan sus diferentes personalidades musicales al Trío. Un grupo compacto y bien ensamblado, que hace una música equilibrada, de buen gusto y basada en un potente groove. Es en el shuffle, tempos medios y r&b fluido, donde están más "en casa". Disfrutamos de los precisos "compings" y los agudos riffs de Dave, las expresivas ondas armónicas y las fluidas líneas de bajo de Abel, y el control rítmico y la fuerza de Caspar. Los solos intensos y concisos se sumaron a la actuación estelar de Gisele, generosa con sus músicos, como lo son todos los grandes.
La grabación es en directo del excepcional concierto de L'Auditori de Castelló en mayo de 2021. Es un sonido potente y fresco, que gracias a la rigidez de los intérpretes introduce toques de grabación de estudio.
Un álbum extraordinario, con un total de diez temas formidables, algunas composiciones originales y algunos clásicos, que merece un lugar destacado en la estantería de cualquier fan que se precie.
Toni Gallen