El talento de Mercè Torrents para leer el poema, introducirse en él, extraer la música más recóndita y servírnoslo transfigurado. Aunque partiendo de un inmenso respeto hacia el texto original y una aguzada capacidad exegética, la compositora lo interioriza y lo recrea hasta apropiarse completamente del poema: éste y no otro es su método. En el caso que nos ocupa, esto ocurre como pocas veces: madre e hija se conocen y reconocen en todo momento, y esto facilita o, mejor dicho, propicia este trabajo de ósmosis tan frágil y delicada, y por eso mismo tan valioso cuando acierta. Enhorabuena pues a Mercè Torrents, Mercè Corretja, Marta Valero y Marta Pujol por este bellísimo cedé: ¡el mérito es sin duda de las cuatro!
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