Carl Reinecke, nacido en 1824 en Altona, actualmente un distrito de la ciudad alemana de Hamburgo, viajó por toda Europa para completar su formación musical, bajo la tutoría estética, en la distancia, de su padre Rudolf, quien ejercía un contrapeso clasicista en las nuevas ideas artísticas románticas que el joven Carl aprendía en Leipzig de Mendelssohn y de Schumann. Allí mismo tuvo la oportunidad de conocer a Liszt en persona. Su carrera pianística recibió un impulso magnífico, así como también su vertiente compositiva. Posteriormente, se orientó además hacia la dirección de orquesta.
Trabajó como pianista en la corte de Dinamarca y ejerció de profesor en el Conservatorio de Colonia. También fue director musical en Barmen, pero donde desarrolló más años su actividad musical fue en Leipzig, tanto en la dirección de los conciertos de la Gewandhaus como en la cátedra de piano y composición del Conservatorio. Reinecke cultivó con mucha destreza la llamada Hausmusik, una especie de subgénero de la música de cámara, orientada a la familia, a la escuela o a otras comunidades sociales, con la particularidad de ser interpretada en un contexto no público. Destacó asimismo en el tratamiento de las formas simples y populares de la época. Actualmente, su repertorio se puede considerar como música de cámara de pleno derecho, con un tono distinguido. En particular, su última producción camerística alcanza una majestuosidad y una calidez brahmsianas en una gran variedad de formas.
En este disco, el Trío Cervelló contribuye a divulgar a un compositor del que aún no se ha dicho todo y al que tampoco se ha valorado en la medida en que sobresalió en su tiempo. Los archivos alemanes han perdido muchos testimonios documentales que hoy nos hubieran permitido conocer muchos más detalles de Reinecke. Sin embargo, las versiones que nos presentan muestran sin lugar a dudas la calidad estilística de un gran compositor del siglo XIX alemán.