Parte de la historia y los logros hasta la fecha del trío argentino-bilbaíno Cápsula son como un pasaje onírico y no caben aquí. Aún así, siguen viviendo el rock como muy pocos con la misma pasión que con la que lo descubrieron en su adolescencia, y alimentando aquella ilusión con mucha perseverancia y trabajo están viendo realizados muchos de aquellos sueños inalcanzables. Por eso, porque viven en medio de la tormenta, donde el cerebro no puede llevar el timón y perdemos la perspectiva de lo vivido y de lo real; lo que vale es el momento y lo que nos trasladan los sentidos y la intuición, lo realmente mágico.
Decimoprimer disco parido entre tierra, viento y polvo; mucha oscuridad pero también esperanza y, por supuesto, pasión, siempre pasión. La tierra mágica de Santa Rosa es testigo de casi todo ello, no todo queda en la retina. Pierden por un momento en el horizonte a Tony Visconti (productor de sus últimos discos y brazo derecho del fenecido Bowie) para encarar solos una nueva travesía del desierto lejos de todos aquellos dinosaurios de los 70 y su majestuoso sonido, para escarbar en territorios más húmedos y pantanosos y volver a los sentidos más primarios. Durante esa búsqueda interior graban y mezclan en su propio estudio Silver Recordings en Bilbo, producido por el propio Martin L. Guevara, y el resultado es masterizado por Eduardo Bergallo en Puro Mastering, Argentina.

'Dirty rat' abre el disco como si Hendrix y los Beasts Of Bourbon se emborracharan de soul, es muy pegadiza. 'Candle candle', cantada por Coni, es recuperada de sus directos y se vuelve más misteriosa arropada por un cabalgar post-rockero que no toma rehenes. ´No contestas' tiene el sonido clásico de la banda de garaje-punk y se adentra en el surf más oscuro y canalla tal los Kennedys o los muy inspiradores Niños con Bombas. 'Tierra girando' no escapa a la influencia de Jello Biafra pero va mutando en electro muy oscuro, intenso y envolvente. 'Hikimori' es rock duro, glam de petaco, casi pub-rockero que contrasta con la tragedia cotidiana del individualismo enfermo que narra. 'Santa rosa' engaña con su deje hippie ya que según va creciendo nos arrastra inevitablemente hasta el ojo del huracán. 'Dali´s face' es puro Cramps, B52´s y Dead Kennedys, oscura, explosiva y bailable. 'Moving mutant' es pop, psicodelia y rock clásico. 'Past lives' bebe con nostalgia del Dylan más brillante hasta verse envuelto por las nubes de Flying Nun, Antípodas pausadas y misteriosas. 'Burning hearts' tiene el latido de lo latino, así como la impronta y la efervescencia del garaje más auténtico. 'Everything you want' es new wave y es a su vez rock de estadio, ¡un hit! 'They are new models' es garage-punk-rock potente y además pegadizo. Después de todo esto, ¿qué más quieres para cerrar el disco? Una pieza de tinte experimental, que no querrías ver nunca acabada, tal como 'You´re part of the sun': distorsión a toneladas, oscuridad, elementos robóticos y un bucle sin fin.

Ah, y el CD incluye como bonus track una revisión de 'Ikusi eta ikasi' de la legendaria y desaparecida banda vasca Delirium Tremens, lo que viene a suponer la primera incursión del trío en el euskera.

Iker Barandiaran.