La canción latina y la música italiana siempre han sido campos estrechamente vinculados al mundo de la lírica y la ópera. Como si de vasos comunicantes se tratara, el fértil trasiego de influencias de un terreno al otro ha sido incesante. La práctica totalidad de los grandes tenores que desarrollaron su carrera durante el siglo pasado o que lo siguen haciendo a día de hoy han recalado en una u otra ocasión en el repertorio latino e italiano. De al desaparecido , han sido muchas las figuras de la ópera que han optado en algún momento por escapar a los confines del bel canto y acercarse a unas canciones a las que su origen popular no resta (al contrario, suma) un ápice de belleza.           El tenor catalán es uno de los que con más entusiasmo ha incursionado en los géneros genuinamente latinos y, sobre todo, italianos (especialmente en el mundo de la canción napolitana) a lo largo de su carrera. En vuelve a hacerlo, ahora acompañado por la prestigiosa . La obra de , , , o , entre otros, brilla con renovada luz en la magnífica voz de un a quien el paso del tiempo ha añadido mil matices de emoción y expresividad a su privilegiada garganta.