Fabiola Pérez, La Fabi, es una cantaora nacida en Arcos de la Frontera (Cádiz). El arte flamenco está en su sangre desde muy pequeña, ya que desde que tiene uso de razón se pasaba el día cantando y bailando. La Fabi comenzó a participar en peñas flamencas y festivales a la corta edad de 11 años.
Dicen que la veteranía es un grado. A veces, al oírla cantar, se confunden lógicas. Porqué la voz de la experiencia no es totalmente cierta ni la juventud de su saber carece de vejez. El sonido negro de su voz es tan puro como blanco, suena a dolor de libertad y a presa raíz de buen árbol.
El cante de la Fabi es como un viaje en el tiempo. A veces se para en cada estación, y a veces ni la ves pasar. Sólo deja la estela de ayer envuelta en hoy. Alegrías, fandangos, jaleos, tangos o bulerías, son sólo estados de ánimo cuando se canta con el corazón. Y el corazón es el que manda. Ya lo dijo el Maestro Camarón: Se trata de transmitir, lo tiene, y sólo el que tiene la moneda puede cambiarla.
Diría que Dios le ha hecho un regalo, el más preciado: el sonido del metal. Y no de cualquier metal, de esos metales que cuesta encontrar y por eso son más valiosos.
En el cante de la Fabi, puedes oler la tierra mojada, el aroma del café y el dulce de una semilla que siembra, trilla y “arrecoge” en un canasto de mimbre llenito de “Fruto y Flores”.